domingo, 11 de enero de 2015

EL BESO


Hoy es el cumpleaños de Do y decidí escribir esto. Es la primera vez que lo hago para este fandom. Espero que sea de su agrado.

EL BESO






Kyunsoo está cerca de cumplir los 20 años, su familia se enteró hace algunos años de sus preferencias sexuales.

El  gusta de hombres.

En un primer momento no lo aceptaron, ellos esperaban una linda señorita con un bello vestido lleno de coloridas flores como pareja de su único hijo. En un futuro un par de nietos y un Kyunsoo muy amoroso con sus pequeños retoños.
La noticia los tomó por  sorpresa, los señores Do no discriminan ni nada parecido, pero una cosa es ver a un gay cualquiera y otra tener uno en casa.
Su propio hijo.
Do Kyunsoo es decidido y valiente, fue complicado con sus padres en un primer momento. Pasados los meses habla con su madre del escabroso tema, ella sabe entenderlo, eso es un gran alivio. Aunque el señor Do no le hable sabe que no durará mucho su enojo.


Sus amigos cercanos lo tomaron muy bien, Chanyeol como buen hermano mayor (un alto joven  mayor por un año). Este lo aconsejó a conciencia tomando en cuenta del tiempo en el que se vive. Le compró también una caja de condones. Ese día pasó la vergüenza más grande en una farmacia al charlar de los tipos de preservativos que hay en el mercado estando cerca de un par de señoritas.
Luhan se molestó un poco al ser el segundo en saber la noticia, ellos eran amigos desde la escuela primaria. Kyunsoo no mostró interés por ninguna chica en especial, pero si tenía muchas amigas incluso de grados superiores. Luhan como su mejor amigo lo abrazó fuerte y expresó sus mejores deseos diciendo que si necesitaba algún consejo para conquistar a su amado no dudara en preguntar.
Y  desde luego que debía darle la exclusiva si se interesaba por algún joven.
Baekyun lloró, su excusa fue que para su cumpleaños que estaba cerca él estaba preparando una “gran  orgía”. Este  amigo suyo era el más especial, con unas cuantas copas de alcohol se convertía en toda una Magdalena.



El tiempo lo cura todo, eso dicen, en su caso le ayudó a acercarse a su progenitor poco a poco y recuperar su cercanía.
Kyunsoo decidió cambiar su aspecto físico solo un poco, en casi 20 años no se interesó mucho por ese asunto, por consejo de sus amigos decidió que era la hora. Siempre llevó su cabello natural de un negro como la noche.
La estilista le recomendó un castaño oscuro. Sin discutir lo aceptó, para finalizar su cambio le rebajaron los costados y al mirarse se dio cuenta que se veía más maduro, eso era lo que buscaba, el dejar de lado esa cara de niño de escuela.
Su guardarropa era otro tema, él era muy simple al vestir. Sus tres amigos acordaron ayudarle con eso, una tarde de compras intensas lo llevó a tener que votar sus antiguas prendas, ahora vestiría pitillos, camisetas, casacas de cuero. Sus pantalones de tela no contrastaban con su nuevo yo.


El tan esperado cumpleaños número 20 llegó, luego de navidad y año nuevo.
Sus amigos y su madre se encargaron de arreglar todo, esa mañana recibió un sobre al ser despertado por sus padres para saludarlo. Este contenía la dirección del local donde celebrarían.
La hora indicada era 10 PM. Kyunsoo se arregló lo mejor posible. Un poco de perfume y una bella casaca de cuero. Luego partió a su destino.
En una zona bastante tranquila a solo 10 minutos de su casa un local iluminado con un colorido  letrero dando la bienvenida. El chico caminó hasta ser recibido por una joven que al mencionar su nombre lo arrastró hasta el fondo. Un salón iluminado tenuemente  lo recibió sumado a los gritos de sus amigos, algunos compañeros de universidad, sus padres y unos cuantos familiares.
Emocionado hasta el último de sus huesos Kyunsoo disfrutó de todo lo que pudo. Bailó, cantó, bebió y hasta besó a un chico en un pasadizo que conducían  a los baños, en medio de lo real y la inconciencia se dio cuenta que ese joven no le quitó  los ojos de encima,  no está seguro si es amigo de uno de sus compañeros o de sus amigos cercanos.
A decir verdad no le importa. El solo quiere pasarla bien. Al regresar de los servicios se encontró con el joven en cuestión, se observaron por unos segundos, Kyunsoo se acercó y sin  mediar palabra lo besó.
Y le encantó.
Luego de separase le sonríe, el otro le muestra una sonrisa también y continúan sus caminos.
Sin temor a equivocarse puede asegurar que es el mejor cumpleaños que a tenido.




A  la mañana siguiente despierta por el ruido de su móvil, a tientas lo busca en su mesa de noche.
En la pantalla hay un número desconocido. Por un momento solo piensa en apagarlo, pero ¿Y si es algo importante? Se cuestiona.
El aparato deja de sonar. Cuando se disponía a dejarlo en su habitual lugar el mismo número aparece en la pantalla.
Contesta.

Tan bien que lo pasó la noche anterior que se siente agotado, pero debe asistir a un lugar.
Sus padres no están en casa, al ser sábado debieron salir a visitar a sus abuelos piensa el castaño. A dormido tanto que al ir a la cocina mira el reloj en forma de pingüino indicando que son cerca de las 2 PM.





Ataviado con un pitillo negro, camiseta blanca con rayas negras, tenis y gorra se apresura a llegar a tiempo. Su estómago se siente extraño, es como si miles de pequeños insectos volasen muy lentamente, sonríe tontamente y apresura su paso.

El cine está plagado de personas, se arrepiente de haber aceptado.
Se coloca cerca de  una gigantofrafía de alguna película que ni atención le prestó.

—¿Si?
—Hola Kyunsoo, nos besamos anoche y quisiera verte hoy.
El chico adormilado se sorprendió, con su otra mano se frotó los ojos.
Segundos después apareció en su mente un hombre alto, de su edad aparentemente y sonrisa muy bonita.
—¿Hoy?
Respondió.
—¿No puedes?
Sintió como el otro chico bajó la voz.
—De acuerdo ¿A qué hora?
El otro le indicó el lugar y la hora.


Y ahí se encontraba en medio de ese mar de extraños, esperando a un extraño. Se reprendió en su mente. Si se enteraban sus amigos estaba jodido.
Tantas charlas de no salir con cualquier persona lo arrojó por el inodoro al aceptar esa locura. Aunque recuerda la cara del otro hombre, nada le garantiza que se presente.
—¿Esperas a alguien?
Kyunsoo levanta la vista y con la intención de mandarlo al polo norte a la persona en cuestión que se atrevió a preguntar algo que no le importaba.
Más su intención se queda en eso al observar una segadora sonrisa.
Un joven hombre más alto que él, piel trigueña, cabello negro y muy bien vestido. Su boca no logra encontrar las palabras perdidas en su mente con tan hermosa vista.

—Hola, soy Kin Jongin y nos besamos anoche.
Kyunsoo palidece. No esperaba escuchar aquello otra vez.
—Do Kyunsoo y por favor no menciones eso.
El otro joven rie.
—De acuerdo. Por cierto soy primo de JonDae.
Claro. Ahora  lo entiende. JonDae mencionó alguna vez que tenía un primo de su edad pero que estaba en otra ciudad. Su compañero parecía muy cercano al primo en cuestión, al parecer el chico era un genio en letras.
—Ya veo, ahora comprendo. Es de familia ser directos ¿No?
El otro asintió.
Pasado la tensión y luego de un corto intercambio de palabras decidieron ver una película.

Kyunsoo se dejó guiar por el otro hombre en todo. Hasta llegar a los asientos. Al estar tan sumido en sus pensamientos no se percató que la película era muy violenta, al beber de su gaseosa y refrescar su reseca garganta cayó en la realidad.
Odia todo tipo de violencia, y verlo en pantalla gigante es lo peor del mundo.
Su acompañante se acerca al notar al otro nervioso y pasando sus manos por su rostro en varias oportunidades.

—¿Estas bien? —Le susurra-grita.
Kyunsoo se siente peor.
Ya llamó la atención demasiado. Ahora el otro chico está muy cerca y eso no es bueno para su corazón.
Se las arregla para asentir. Trata de calmarse respirando profundo.
Luego se da cuenta que sus dedos están enlazados con los del otro chico. No hace nada para apartarse. Ese contacto no le molesta, por el contrario  le encanta.
Ya no ve a la pantalla. Se concentra en los largos dedos de su acompañante.
Luego en la sala suena un fuerte estruendo que lo asusta y salta un poco en su butaca. Eso alarma a Jongin.
Minutos después se están besando profundamente. No sabe como llegaron a este punto y le importa un rábano, Jongin tiene una de sus manos en su mandíbula para poder besarlo mejor. Kyunsoo siente todo muy intenso y gime un poco alto.
Es su primera experiencia con un hombre y todo es nuevo. Siente que flota sobre nueves al sentir los suaves labios de su ahora “extraño con derechos”,  ríe  internamente por esos pensamientos.
El otro joven sigue con su tarea de hacerle sentir muy bien. Minutos después lo está acariciando y ya a este paso han olvidado la película, la sala está algo vacía y ellos están en los asientos traseros solos.

Jongin arrastra con delicadeza al otro joven sobre sus piernas, es un poco incómodo, pero no importa al parecer necesita sentirlo más cerca.
El castaño se deja, posa su cuerpo sobre las largas piernas de su chico, si, su chico.
El moreno lo besa, lo muerde, lo abraza y Kyunsoo deja que pase. Siente que ya no puede más con tantas emociones, su cuerpo puede explotar en cualquier momento. Todo es tan irreal, hace unos años estaba lidiando con sus padres por su opción sexual y ahora está disfrutando de los placeres carnales que te brinda la vida.
No sabe si el otro chico busca algo serio o no. No le da importancia a eso, lo que le interesa es el momento. Y ese, es el mejor.
Pensar que todo pasó por un beso en la noche de su cumpleaños número 20. Espera poder disfrutar de muchos cumpleaños más y desde luego de muchos besos también. Ya no puede ni respirar; pue  Jongin está atacando su oreja a mordiscos.
Kyunsoo ama los besos de Jongin.